Tienda Atrapasueños

Pocas personas conocen en profundidad el mundo hermoso, místico e intrigante del atrapasueños, son adornos hechos a mano basados en aros de la tribu de los indios ojibwe que abarca Canadá y Estados Unidos. En ojibwa se llama Asabikeshiinh.

Estos bonitos adornos tienen mucho más que ofrecer que simplemente realzar la belleza estética de tu hogar, no dudes en visitar nuestra tienda de atrapasueños.

Según la creencia, se dice que el aire está lleno de todo tipo de sueños. Estos sueños pueden ser buenos o malos.

También se comenta que los buenos sueños se hacen realidad si cuelgas un atrapasueños sobre tu cama antes de dormir.

Frecuentemente se cuelga un atrapasueños en las habitaciones de los niños para evitar que tengan pesadillas, atrapando los malos sueños.

También se cree que el atrapasueños está diseñado para secarse lentamente y deshacerse a medida que tu hijo crece.

Si quieres saber más sobre el origen de los atrapasueños, no dudes en leer nuestro artículo sobre el significado y origen del atrapasueños.

Actualmente, se encuentran disponibles en el mercado diferentes colores y estilos del atrapasueños Sakari luminoso o el atrapasueños macramé Hateya, con precios variables según cada caso. Algunos mantienen aún un método de fabricación amerindio.

Existen distintos tipos de atrapasueños, como el macramé o incluso en formato mural. Cada atrapasueños tiene un agujero en su centro. Las pesadillas quedan atrapadas en la red del centro, mientras que los sueños buenos resbalan a lo largo de las plumas para fluir sobre la persona situada debajo del atrapasueños.

Una cosa es segura: un atrapasueños no hace daño. La misma idea de prevenir las pesadillas resulta muy convincente. Además, son muy bonitos, por eso se han vuelto tan populares.

Si bien el atrapasueños originalmente tenía una forma redonda y componentes similares, a lo largo del tiempo se han distinguido varios tipos de atrapasueños. Ha experimentado una amplia evolución para adaptarse a diferentes gustos y usos.

Inicialmente, se colgaba sobre la cabecera de la cama para bloquear los malos sueños y espíritus sin dificultad. Más tarde, para mayor comodidad, comenzaron a aparecer atrapasueños con soportes en el mercado y actualmente están disponibles en línea. Pueden ubicarse en cualquier lugar de la casa o simplemente utilizarse como decoración; incluso es posible colocarlos en la oficina o en la tienda para fomentar el éxito profesional.

En cuanto a sus dimensiones, se diferencian el atrapasueños gigante y el atrapasueños de tamaño mediano. Además, el fabricante tiene libertad para determinar el número de aros rígidos, plumas y redes a utilizar. Respecto al color, originalmente el atrapasueños era de tonos marrones, negros o grises según las plumas del ave. Sin embargo, hoy en día, el atrapasueños está disponible en colores más vivos, incluso multicolores o negros.

Aunque todos los «atrapasueños» disponibles en el mercado parecen más o menos similares, ¡es importante señalar que cada «atrapasueños» es verdaderamente único en el mundo!

El proceso de fabricación sigue siendo el mismo, siempre encontramos los mismos elementos como el aro, la red de araña y la pluma.

Sin embargo, en la cultura amerindia, es crucial que el «atrapasueños» sea elaborado respetando las tradiciones, para ser efectivo.

Los «atrapasueños» son objetos muy misteriosos que fascinan por sus poderes divinos, así como por las diversas interpretaciones de los sueños en torno a este objeto que se ha popularizado mucho en los últimos años. Siendo un verdadero objeto de decoración elegante y moderno, se encuentra en diferentes tamaños, formas, materiales y colores, y tiene un lugar importante en muchos hogares con estilos escandinavos, bohemios o étnicos.

Cada atrapasueños de nuestra colección tiene un estilo único y es, por lo tanto, una pieza exclusiva, ya que es un objeto artesanal proveniente de tribus amerindias y fabricado a mano por artesanos calificados, lo que lo convierte en un excelente regalo.

Colocar un atrapasueños en una habitación no es algo sencillo para aprovechar la magia amerindia y permitir que el atrapasueños atrape las pesadillas a través de la red (aro). Es mejor ubicarlo de manera adecuada, permitiendo que los buenos sueños atraviesen la red y aprovechen la luz del día para purificarse.

Originalmente, es un arte tradicional amerindio, un gran espíritu. También se dice que los atrapasueños atrapan las pesadillas y solo permiten filtrar buenos pensamientos en tu sueño, convirtiéndolos en un bonito objeto para un día lleno de felicidad, esperanza y buenas vibraciones.

Provenientes de la cultura de los nativos americanos, eran considerados sagrados. Se elaboraban utilizando un aro hecho a mano con una red tejida en el centro. Se colgaban sobre las cunas de los niños para protegerlos y tradicionalmente estaban decorados con plumas. Hoy en día, son más comunes pero no menos artesanales.

«¡Aquí no te pasará nada malo! El atrapasueños te librará de todos tus malos pensamientos, tu sueño será puro, limpio y te dará respuestas a muchas preguntas», me dijo una anciana Tai sin pestañear mientras intentaba alquilarme su casa.

Mientras lo hacía, me mostró una extraña construcción colgada sobre la cabecera de la cama. Era un pequeño círculo rodeado de hilos blancos, de manera que se podía distinguir un patrón en su interior, un atrapasueños totalmente artesanal.

El supuesto atrapasueños, o «dream catcher», tenía el mismo aspecto triste que la habitación en sí. Lo habría olvidado si no fuera por mi visita a la casa vecina, donde un hombre Tai contaba con la misma seriedad y seguridad acerca de un majestuoso amuleto que ahuyentaba a los malos espíritus. Esta vez, era una construcción bastante grande exhibida en la pared, hecha con hilos negros, cuentas de madera y plumas que colgaban libremente a la derecha del círculo.

Al notar mi interés por el atrapasueños, el Tai continuó: «Aquí dormirás bien, ¡y lo más importante, seguro! Navegarás en lo profundo del océano en tus sueños, volarás o te encontrarás con los difuntos, estarás protegido. Los malos sueños quedarán atrapados en la red, y los buenos bajarán por los hilos para penetrar en ti a través de una suave pluma, llevándote respuestas a todas tus preguntas, paz y felicidad».

En la cultura indígena amerindia, los atrapasueños se cuelgan donde sale el sol, para que sus rayos y la luz del día puedan quemar y destruir las malas visiones que se han instalado durante la noche en las cuentas y los hilos de la red.

Muchas leyendas amerindias, procedentes de diversas tribus (Sioux, Lakota, etc.), cuentan el origen y el funcionamiento del atrapasueños. Tienen muchos puntos en común: el cazador de sueños fue entregado a los seres humanos en un sueño, ya sea por una araña en forma animal o por una deidad.

El atrapasueños ahora es parte de la mayoría de la artesanía de las culturas indígenas de América del Norte.

Según la cultura huron, todos los seres humanos forman parte del Gran Espíritu, creador de todas las cosas: la naturaleza y los hombres. Es él quien nos envía sueños para que podamos entender mejor nuestro mundo. El sueño es un vehículo y un mensajero que permite un diálogo entre el ser humano y el Gran Espíritu. En esta misma cultura, el sueño es la expresión del alma y sus necesidades. Es igualmente importante satisfacer y escuchar las necesidades del alma como las del cuerpo. El sueño es la herramienta que permite liberarse. Asegura el equilibrio. Si estamos más atentos al proceso que nos proponen los sueños, entendemos mucho mejor las necesidades del alma.

Numerosos mitos y leyendas explican la transmisión de este talismán, este objeto sagrado, a los seres humanos. Varían según las épocas de las que provienen y las tribus. Los sueños de la noche, las arañas (en su forma animal o divina), las deidades en forma animal (araña) o humana suelen estar en el centro de la historia y generalmente ocupan un lugar primordial en ella. Lo mismo ocurre con los cazadores, las abuelas («Nokomis» en lenguas algonquinas), los niños y los grandes maestros espirituales (chamanes, hombres-medicina, etc.).

La leyenda más conocida sobre el Atrapasueños Hace mucho tiempo, cuando el mundo apenas acababa de nacer, en un pueblo indígena, un hombre dormía con sus hermanos y hermanas en sus tipis. Un día, este hombre salió a cazar para traer comida para las próximas lunas. Caminó lejos en busca de un alce norteamericano que bebía agua pura de manantial que fluía de la montaña. El hombre cruzó ríos y arroyos con valentía y determinación, pero no encontró ciervos ni alces en los alrededores. Decidió refugiarse en una montaña, soñando que la comida pronto estaría servida.

En su camino, vio una cueva gigantesca donde podría haber cualquier tipo de bestia. Entró buscando al animal, depositando todas sus esperanzas en ello. Pero en la cueva no había ningún alce. En cambio, había un espíritu malévolo. El hombre comenzó a sentirse mal, sintiendo una presencia oscura en las profundidades de la cueva. Fue entonces cuando, de la nada, apareció una bestia. Tenía ojos del color de la sangre, un pelaje negro y oscuro como la noche, un hocico arrugado y colmillos afilados listos para morder la carne. El hombre se asustó, dio un salto y huyó. En su pánico, dejó su arco atrás, con una pequeña esperanza de permanecer con vida.

Regresó al pueblo con las manos vacías. No tenía comida ni armas para cazar otras bestias. Y conservaba ese recuerdo horrible. Estaba aterrorizado y completamente paralizado ante la idea de volver a cazar. Cuando llegó la noche, no pudo conciliar el sueño. Cada vez que se dormía y cerraba los ojos, volvía a ver esos dos ojos color sangre mirándolo fijamente, y el recuerdo de la bestia de pelaje negro lista para devorarlo lo atormentaba. La siguiente noche, intentó dormir de nuevo, pero seguía pensando en ese recuerdo. Noche tras noche, luna tras luna, el hombre ya no podía dormir tranquilamente. El espíritu de la gran bestia de ojos rojos como la sangre lo perseguía. Pasaron varios días, varios soles, y nada cambiaba.

Una noche, después de uno de sus terribles sueños, el hombre se levantó. Decidió salir del pueblo y se adentró en el bosque. Sin embargo, cansado y exhausto muy pronto, se recostó y se quedó dormido en el suelo cubierto de ramas. Pasó la noche allí. A la mañana siguiente, al amanecer, el hombre se despertó aturdido e impresionado: no había tenido ninguna pesadilla. Levantó la vista y vio sobre él una telaraña perlada con el rocío de la mañana. Decidió repetir la experiencia. Volvió la noche siguiente y no tuvo pesadillas. A partir de esa noche, el hombre siempre se acostaba y dormía cerca de la telaraña, que por la mañana se iluminaba con los rayos del sol. Entonces decidió contar esta historia a su pueblo, que adoptó esta técnica.